Con profundo dolor
El adiós del pueblo a Néstor Kirchner sigue toda la noche
Los restos del ex presidente son despedidos en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos. La jefa de Estado se retiró cerca de las once de la noche a la residencia de Olivos a descansar. Más temprano, había recibido el pésame de los mandatarios de la región y el apoyo de todos los ciudadanos.
Los restos del ex presidente Néstor Kirchner son despedidos desde las 10 de la mañana de ayer en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos. La jefa de Estado se retiró a la residencia de Olivos a descansar luego de 11 horas ininterrumpidas junto al cuerpo de su esposo. Más temprano había recibido el pésame de los mandatarios de la región y el apoyo de todos los ciudadanos.
Acompañada de sus hijos, Florencia y Máximo, Fernández de Kirchner ingresó a las 11.20 al Salón de los Patriotas, donde se instaló la capilla ardiente con el féretro cerrado que contiene los restos del ex presidente. A las 22.40 se retiró en helicóptero con destino a la quinta de Olivos, confirmaron fuentes de la Casa Rosada.
De inmediato, se colocó en la cabecera del ataúd y colocó su mano sobre él, al igual que lo hicieron sus hijos, mientras le susurraba al oído de su hija menor: "Fuerza".
En tanto, continúa ingresando el público, que hace largas colas en las inmediaciones de la Plaza de Mayo, gritando consignas tales como "Fuerza Cristina", "Viva la Argentina y América del Sur", "No te me caigas", "Gracias por devolvernos la dignidad", "Vamos Cristina que podemos" y "La gente está con vos".
Un momento muy emotivo se vivió cuando se acercó a saludarla la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, con quien se fundió en un largo abrazo.
Carlotto le entregó un pañuelo blanco, símbolo de la lucha de las Abuelas, que enseguida la jefa de Estado colocó sobre el féretro de su marido, junto a la bandera argentina.
También se acercó a saludarla la titular de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe Bonafini, a quien consoló diciéndole: "Fuerza", y acariciándole la espalda.
El titular de la CGT, Hugo Moyano, fue otro de los dirigentes que se acercó al ataúd y conversó unos instantes con Fernández de Kirchner.
Ante los gestos de apoyo y las palabras de solidaridad del público, la jefa de Estado se quebraba, agradecía con una sonrisa apretada, con la mano en el corazón o saludando.
También el hijo mayor de Kirchner recibía muestras de afecto de militantes que pasaban por delante del féretro de su padre.
Los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa; de Chile, Salvador Piñera; de Uruguay, José Mujica ; de Colombia, Juan Manuel Santos y de Paraguay, Fernando Lugo saludaron a Cristina en Casa de Gobierno. Los últimos en llegar fueron Hugo Chávez, de Venezuela, y Lula Da Silva, de Brasil.
Ministros, gobernadores, legisladores y dirigentes políticos del oficialismo se encuentran en la capilla ardiente, acompañando a la Presidenta.
También dirigentes opositores asistieron. Fueron los diputados Francisco De Narváez (peronismo federal), Ricardo Alfonsín (UCR), Mauricio Macri (PRO), Ernesto Sanz, Gerardo Morales, el diputado Ricardo Gil Lavedra y el legislador Oscar Aguad.
También muchas figuras del mundo del espectáculo se hicieron presentes en la capilla ardiente, como Teresa Parodi, Nora Cárpena, Andrea del Boca, Osvaldo Santoro, Florencia Peña y Daniel Fanego.
Afuera, en la Plaza de Mayo, donde una multitud espera para dar el último adiós a Kirchner, se montó una carpa con 10 psicólogos para dar contención psicológica a quienes lo requieren.
Acompañada de sus hijos, Florencia y Máximo, Fernández de Kirchner ingresó a las 11.20 al Salón de los Patriotas, donde se instaló la capilla ardiente con el féretro cerrado que contiene los restos del ex presidente. A las 22.40 se retiró en helicóptero con destino a la quinta de Olivos, confirmaron fuentes de la Casa Rosada.
De inmediato, se colocó en la cabecera del ataúd y colocó su mano sobre él, al igual que lo hicieron sus hijos, mientras le susurraba al oído de su hija menor: "Fuerza".
En tanto, continúa ingresando el público, que hace largas colas en las inmediaciones de la Plaza de Mayo, gritando consignas tales como "Fuerza Cristina", "Viva la Argentina y América del Sur", "No te me caigas", "Gracias por devolvernos la dignidad", "Vamos Cristina que podemos" y "La gente está con vos".
Un momento muy emotivo se vivió cuando se acercó a saludarla la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, con quien se fundió en un largo abrazo.
Carlotto le entregó un pañuelo blanco, símbolo de la lucha de las Abuelas, que enseguida la jefa de Estado colocó sobre el féretro de su marido, junto a la bandera argentina.
También se acercó a saludarla la titular de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe Bonafini, a quien consoló diciéndole: "Fuerza", y acariciándole la espalda.
El titular de la CGT, Hugo Moyano, fue otro de los dirigentes que se acercó al ataúd y conversó unos instantes con Fernández de Kirchner.
Ante los gestos de apoyo y las palabras de solidaridad del público, la jefa de Estado se quebraba, agradecía con una sonrisa apretada, con la mano en el corazón o saludando.
También el hijo mayor de Kirchner recibía muestras de afecto de militantes que pasaban por delante del féretro de su padre.
Los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa; de Chile, Salvador Piñera; de Uruguay, José Mujica ; de Colombia, Juan Manuel Santos y de Paraguay, Fernando Lugo saludaron a Cristina en Casa de Gobierno. Los últimos en llegar fueron Hugo Chávez, de Venezuela, y Lula Da Silva, de Brasil.
Ministros, gobernadores, legisladores y dirigentes políticos del oficialismo se encuentran en la capilla ardiente, acompañando a la Presidenta.
También dirigentes opositores asistieron. Fueron los diputados Francisco De Narváez (peronismo federal), Ricardo Alfonsín (UCR), Mauricio Macri (PRO), Ernesto Sanz, Gerardo Morales, el diputado Ricardo Gil Lavedra y el legislador Oscar Aguad.
También muchas figuras del mundo del espectáculo se hicieron presentes en la capilla ardiente, como Teresa Parodi, Nora Cárpena, Andrea del Boca, Osvaldo Santoro, Florencia Peña y Daniel Fanego.
Afuera, en la Plaza de Mayo, donde una multitud espera para dar el último adiós a Kirchner, se montó una carpa con 10 psicólogos para dar contención psicológica a quienes lo requieren.
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