Muy buenos días a todos y a todas, en este segundo encuentro que tenemos aquí, en el Centro Islámico, y venir a acompañar en la celebración posterior, ayer me explicaban que terminó el Ramadán y hoy celebramos, y cuando digo celebramos lo hacemos así, compartiendo. (Aplausos) Celebramos la finalización de ese ayuno tradicional de la comunidad islámica, de la religión, y la verdad que debemos agradecer a Dios no solamente por la finalización del Ramadán y por toda la gloria, sino que debemos agradecer a Dios vivir en un país en el cual la Presidenta, que no es de la religión islámica, puede sin embargo estar hoy aquí y hace unos días haber estado junto a la colectividad judía festejando el año nuevo.



Son muy pocos países los que pueden tener esta dicha de vivir en paz los unos con los otros, cada uno rezándole a su Dios. Demos gracias a Dios por esta bendición. (Aplausos)



Y una vez más quiero también rescatar lo que acaba de decir el señor Presidente respecto de que afortunadamente, actitudes que más que actitudes eran provocaciones, porque en definitiva lo que él relató acerca de lo que se pretendía hacer con esa quema del Corán más que un acto político era casi una provocación, afortunadamente pudo primar más la cordura, el respeto y el deseo de no convocar a los demonios, como diríamos los que somos practicantes de las religiones monoteístas.



Realmente quiero decirles que me siento muy cerca de todos ustedes, porque me siento muy cerca de la gente que tiene fe y convicciones, es importante y creo que lo más importante de la gente que tiene fe y convicciones es respetarlas. (Aplausos)



Llevarse bien con el que piensa como uno y que le reza al mismo Dios es fácil, creo que la virtud de todos nosotros debe estar en llevarnos bien y respetar a los que son diferentes a nosotros.



Estoy convencida que ninguno de nuestros credos puede impulsar el enfrentamiento con otra religión, que no hay ningún Dios blindado. Los dioses no son blindados, los dioses son misericordiosos por sobre todas las cosas. Dios es misericordioso, y como es misericordioso quiere la paz entre los hombres y las mujeres de buena voluntad de todas las razas, de todos los credos, de todas las religiones, de todos los países. (Aplausos)



Para eso estoy aquí hoy, para mostrar y para mostrarnos al mundo, a nosotros, a la República Argentina, que somos capaces de tener esta convivencia, este nivel de comprensión. No me gusta hablar de la palabra tolerancia, porque la palabra tolerancia por ahí implica que tengo que aguantar al otro, acá no se trata de aguantar; acá se trata de respetar, es otro el concepto, respetar y aceptar. (Aplausos)



Por eso, feliz finalización del Ramadán y acompañarlos a todos en este momento tan especial. Muchas gracias y muy buenos días a todos y todas. (Aplausos)