Los EE UU reconocieron el rol de la Unasur como representante regional
Por Martín Piqué
Esther Brimmer concurrió acompañada por la embajadora Vilma Martínez. No hubo acuerdo sobre la situación de Porfirio Lobo en Honduras.
En su rol de secretario general de Unasur, Néstor Kirchner recibió ayer en Olivos a la secretaria adjunta para los organismos internacionales del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Esther Brimmer. La funcionaria estadounidense llegó a la quinta presidencial acompañada por la embajadora de su país, Vilma Martínez. La reunión duró 50 minutos y permitió a ambas partes, que se encontraban por primera vez, abordar una larga agenda de temas pendientes, como la discusión sobre el reconocimiento o el rechazo al actual gobierno de Honduras, la reconstrucción de Haití y la mediación de la Unasur en el conflicto Colombia-Venezuela. En la conversación participó también el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, asesor de Kirchner en el bloque sudamericano.
La entrevista se realizó en la jefatura de Gabinete de la residencia de Olivos, ya que la sede de la secretaría general de la Unasur en Buenos Aires –un palacete de varios pisos ubicado en la esquina de Carlos Pellegrini y Juncal, que perteneció al Consejo Superior de las Fuerzas Armadas– está en plena remodelación. Abal Medina hizo una evaluación del encuentro antes de acompañar a Kirchner en un vuelo de última hora hacia Santiago del Estero. “Lo más importante fue el reconocimiento de la autoridad competente de los Estados Unidos, que es la encargada del tema, del rol de la Unasur y de su secretario general, Néstor Kirchner”, evaluó Abal Medina en diálogo con Tiempo Argentino.
La audiencia había sido solicitada por la embajadora estadounidense, quien por otra parte hasta ahora nunca se había entrevistado con Kirchner desde su arribo a Buenos Aires. En la charla se repasaron los temas de la agenda de los organismos multilaterales, como la relación de la Unasur con la OEA y la Unasur. Al hablar sobre el sistema interamericano, los interlocutores se encontraron con el principal desacuerdo de la conversación: qué hacer ante el gobierno hondureño de Porfirio Lobo. Mientras los Estados Unidos promueve el retorno de Honduras a la OEA, la Argentina no reconoce a la administración de Lobo, surgida de elecciones convocadas por el golpista Roberto Micheletti. En este punto, Brimmer consultó a Kirchner por las condiciones que, a su criterio, se deberían cumplir para un pleno reestablecimiento de la democracia en Honduras. Kirchner estuvo hace dos semanas con el mandatario depuesto Manuel Zelaya. Ambos compartieron una actividad en el marco del Foro de San Pablo.
El secretario general de la Unasur recibió a sus dos visitantes acompañado por Abal Medina y uno de los traductores oficiales del Ejecutivo. Cristina permaneció todo el tiempo en el chalet presidencial. Como la entrevista era una actividad del bloque, no correspondía que la jefa de Estado participara de la conversación. En la charla tampoco faltaron los elogios. La funcionaria estadounidense destacó “el rol positivo” que Unasur está jugando en la región. Mencionó las “acciones realizadas” por la secretaría general que encabeza Kirchner en materia internacional, sobre todo en la mediación entre Venezuela y Colombia, que derivó con éxito en el reciente “acuerdo de Santa Marta”. Kirchner, a su vez, contó cuál es la impronta que pretende darle a su gestión en el organismo. Dijo que su perspectiva era buscar la unidad regional, priorizando los consensos más allá de las diferencias ideológicas
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