Clarín y La Nación siguen destilando bronca contra Néstor Kirchner y especulan con su salud y su candidatura
Los dos matutinos, embarcados en una guerra a todo o nada contra el gobierno, siguen provocando fuerte desde sus páginas. Ahora dicen que la mejora en la salud del ex presidente forma parte de una “estrategia política”.
Los principales medios vuelven a tejer todo tipo de especulaciones en torno a la salud del ex presidente Néstor Kirchner y no dejan de maltratarlo. La Nación destaca en su edición las opiniones de algunos exponentes de la política. Y lo mismo, vaya casualidad, hizo Clarín. “Si está perfecto de su operación, como dice, que venga a trabajar de una buena vez. Y si no quiere hacerlo, que renuncie a su banca de diputados. Kirchner no puede cobrar su sueldo sin trabajar. Para donarlo, primero tiene que ganárselo como corresponde”, dijo la diputada Griselda Baldata de la Coalición Cívica.
La Nación publicó, además, declaraciones de Eduardo Duhalde: “No se puede seguir poniendo a prueba la máquina y estar todos los días enervado, crispado, porque el cuerpo no aguanta tantas actitudes que estresan.” El senador radical Gerardo Morales provocó: “Que se ponga bien porque lo vamos a enfrentar en las próximas elecciones.”
En su nota principal sobre la salud de Kirchner, desde donde informa que el ex mandatario “vuelve a la actividad y va hoy a un acto de la JP en el Luna Park”, sostiene: “Como si nada hubiera pasado en fin de semana, Néstor Kirchner retomó ayer en la Quinta de Olivos su habitual rutina de llamados a dirigentes peronistas para ‘intercambiar figuritas’ sobre la realidad política y el panorama electoral y terminó recibiendo anoche a un grupo de diputados oficialistas”. A su vez, le dedicó una página entera a que “su médico personal firmó el parte de salud a la distancia”, manifestando que “Luis Buonomo estaba en una fiesta de casamiento en Río Gallegos, durante la operación de Kirchner”. Y alega: “El primer parte médico fue presentado por el subsecretario de Medios de Comunicación, Alfredo Scocimarro, en el ingreso de la clínica privada Los Arcos. Eran las últimas horas del sábado. El documento fue firmado por los doctores Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros, director y subdirector, respectivamente, de la Unidad Médica Presidencial. Sin embargo, pese a haber firmado el parte médico, Buonomo no estaba en la clínica, no estaba en Buenos Aires, ni siquiera cerca. Sólo estaba al tanto de la compleja situación de su paciente mediante comunicación telefónica.” La Nación dice que, como estrategia, “Kirchner busca mostrarse fuerte” y que por eso “decidieron confirmar la presencia de ambos en el acto de la juventud en el Luna Park”. Claudio Jacquelin plantea el siguiente escenario: “A diferencia de lo que sucede dentro de los partidos, la mayoría de los movimientos políticos, por lo general personalistas, verticalistas y populistas, son lo que el líder dice que son y lo que hace para que sean. Carecen de institucionalidad y de estructuras que lo soporten o que lo trasciendan. Sólo el líder disuelve o resume las contradicciones internas. Sólo por lo que él dice, hace o deja hacer coexisten bajo su techo ex Montoneros que decían matar o morir por la revolución; sindicalistas enriquecidos por el manejo discrecional e irregular del dinero de los trabajadores con ex trabajadores que no recibieron nada de quienes decían representarlos o líderes de organizaciones sociales que han vivido padeciendo y combatiendo las prácticas de la ‘burocracia sindical’.” En la misma página, Nélson Castro asevera: “Néstor Kirchner sufre de hipertensión arterial, ya no fuma, hace cinta diariamente, tiene necesidad de controlar sus niveles de colesterol y su carácter encaja perfectamente en la definición de personalidad tipo A –individuos que reaccionan ante las alternativas adversas de la vida con una gran sobrecarga de hostilidad y agresividad.” Clarín y La Nación coinciden en escandalizarse por las declaraciones de Hebe de Bonafini, que, cansada de las agresiones verbales de Joaquín Morales Solá a Kirchner, salió en su defensa con un duro ataque: “Víbora venenosa que intenta morder destilando veneno a nuestro querido Néstor Kirchner, que por suerte goza de buena salud. Lo que no sabe Morales Solá es que muchas de nosotras sabemos cazar víboras con un palito y un lacito. Pero para que el odio no lo reviente le vamos a seguir permitiendo que lo siga destilando en esa cueva. Ya les queda poco tiempo.” Y advierte: “Preparate para aprender a puntear tierra si es que alguien te da un lugar para que, cuando cierre Clarín, puedas plantar rabanitos.”
La Nación publicó, además, declaraciones de Eduardo Duhalde: “No se puede seguir poniendo a prueba la máquina y estar todos los días enervado, crispado, porque el cuerpo no aguanta tantas actitudes que estresan.” El senador radical Gerardo Morales provocó: “Que se ponga bien porque lo vamos a enfrentar en las próximas elecciones.”
En su nota principal sobre la salud de Kirchner, desde donde informa que el ex mandatario “vuelve a la actividad y va hoy a un acto de la JP en el Luna Park”, sostiene: “Como si nada hubiera pasado en fin de semana, Néstor Kirchner retomó ayer en la Quinta de Olivos su habitual rutina de llamados a dirigentes peronistas para ‘intercambiar figuritas’ sobre la realidad política y el panorama electoral y terminó recibiendo anoche a un grupo de diputados oficialistas”. A su vez, le dedicó una página entera a que “su médico personal firmó el parte de salud a la distancia”, manifestando que “Luis Buonomo estaba en una fiesta de casamiento en Río Gallegos, durante la operación de Kirchner”. Y alega: “El primer parte médico fue presentado por el subsecretario de Medios de Comunicación, Alfredo Scocimarro, en el ingreso de la clínica privada Los Arcos. Eran las últimas horas del sábado. El documento fue firmado por los doctores Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros, director y subdirector, respectivamente, de la Unidad Médica Presidencial. Sin embargo, pese a haber firmado el parte médico, Buonomo no estaba en la clínica, no estaba en Buenos Aires, ni siquiera cerca. Sólo estaba al tanto de la compleja situación de su paciente mediante comunicación telefónica.” La Nación dice que, como estrategia, “Kirchner busca mostrarse fuerte” y que por eso “decidieron confirmar la presencia de ambos en el acto de la juventud en el Luna Park”. Claudio Jacquelin plantea el siguiente escenario: “A diferencia de lo que sucede dentro de los partidos, la mayoría de los movimientos políticos, por lo general personalistas, verticalistas y populistas, son lo que el líder dice que son y lo que hace para que sean. Carecen de institucionalidad y de estructuras que lo soporten o que lo trasciendan. Sólo el líder disuelve o resume las contradicciones internas. Sólo por lo que él dice, hace o deja hacer coexisten bajo su techo ex Montoneros que decían matar o morir por la revolución; sindicalistas enriquecidos por el manejo discrecional e irregular del dinero de los trabajadores con ex trabajadores que no recibieron nada de quienes decían representarlos o líderes de organizaciones sociales que han vivido padeciendo y combatiendo las prácticas de la ‘burocracia sindical’.” En la misma página, Nélson Castro asevera: “Néstor Kirchner sufre de hipertensión arterial, ya no fuma, hace cinta diariamente, tiene necesidad de controlar sus niveles de colesterol y su carácter encaja perfectamente en la definición de personalidad tipo A –individuos que reaccionan ante las alternativas adversas de la vida con una gran sobrecarga de hostilidad y agresividad.” Clarín y La Nación coinciden en escandalizarse por las declaraciones de Hebe de Bonafini, que, cansada de las agresiones verbales de Joaquín Morales Solá a Kirchner, salió en su defensa con un duro ataque: “Víbora venenosa que intenta morder destilando veneno a nuestro querido Néstor Kirchner, que por suerte goza de buena salud. Lo que no sabe Morales Solá es que muchas de nosotras sabemos cazar víboras con un palito y un lacito. Pero para que el odio no lo reviente le vamos a seguir permitiendo que lo siga destilando en esa cueva. Ya les queda poco tiempo.” Y advierte: “Preparate para aprender a puntear tierra si es que alguien te da un lugar para que, cuando cierre Clarín, puedas plantar rabanitos.”
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