VIDELA ANTES DE LA SENTENCIA
Videla, sin arrepentimientos, reivindica el genocidio
El dictador Jorge Rafael Videla repitió un viejo argumento: que "hubo una guerra interna durante los ´70". Además, declaró que “en Argentina hubo un violento enfrentamiento armado" en el que “el terrorismo superó la capacidad de acción de las fuerzas de seguridad”. "La victoria en el campo militar no pudimos lograrla en el campo político", lanzó. Mañana se conocerá el veredicto judicial.
El dictador Jorge Rafael Videla reconoció que “se llegó a situaciones límites con hechos lindantes con el horror, difícil de justificar" en lo que denominó “un violento enfrentamiento armado" en el que “el terrorismo superó la capacidad de acción de las fuerzas de seguridad”.
"¿Cuándo realmente comenzó esta guerra? ¿Y cuándo realmente terminó? Me pregunto si aún hoy esta guerra, usando otros medios, haya terminado. Esta guerra usaba la fuerza contra el enemigo que intentaba modificar la forma de vida de la sociedad argentina. Además, contó con el apoyo mayoritario de la ciudadanía, que se sintió aliviada", declaró el ex presidente de facto.
"La victoria en el campo militar no pudimos lograrla en el campo político. No hay dudas de que los enemigos derrotados ayer gobiernan hoy el país, y no dudan en erigirse como los paladines de los derechos humanos que no supieron hacer honor en su época”, aseguró el dictador. Y agregó: “Desde el poder intentan establecer un régimen marxista, a la manera de Gramsci, que puede estar satisfecho de sus alumnos. La Constitución Nacional guarda luto por la República desaparecida".
Videla también embistió contra Amnesty Internacional, uno de los organismos de Derechos Humanos que denunció las violaciones del régimen: “Cuando publicó su informe sobre lo que pasaba en la Argentina, no publicaron lo que hacía el terrorismo".
“Asumiré, bajo protesta, la injusta condena que se me pueda imponer, para la concordia de nuestro país, como un servicio más", concluyó su exposición el presidente de facto que gobernó el país entre 1976 y 1981.
El dictador hizo uso de la palabra en la última audiencia en el juicio oral que se le sigue en la provincia de Córdoba. Está acusado junto a otros 29 represores por crímenes de lesa humanidad.
Esta mañana, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1, a cargo de los camaristas Jaime Díaz Gavier, Carlos Lazcano y José Pérez Villalobo abrió la penúltima audiencia para escuchar las últimas palabras de los 30 imputados en este proceso. Luego pasará a cuarto intermedio para completar ese trámite en la mañana del miércoles y cerca de las 17, dará a conocer la parte resolutiva de la sentencia.
Tanto las querellas como los fiscales Maximiliano Hairabedián y Carlos Gonella pidieron severas condenas para la mayoría de los imputados por “tormentos agravados, tormentos agravados seguidos de muerte y homicidio calificado” con distintos grados de participación y cantidad de hechos. Ellos son Videla, Menéndez, Vicente Meli, Víctor Pino Cano, Osvaldo Quiroga, Pedro Mones Ruiz, Miguel Ángel Pérez, Mauricio Poncet, Jorge González Navarro, Raúl Fierro, Marcelo Luna, Calixto Flores, Yamil Jabour, Carlos Yanicelli, Luis Lucero, Juan Molina y Miguel Ángel Gómez.
En los restantes casos, se pidió 25 años para Gustavo Alsina; 17 años para Hermes Rodríguez y Juan Húber; 16 años para Fernando Rocha y Carlos Hibar Pérez; 15 años para Gustavo Salgado y Mirta Antón 15 años; 12 años para José San Julián y 9 años para José Paredes.
La fiscalía, en tanto, solicitó la absolución de Luis Merlo, Cayetano Rocha, Luis Alberto Rodríguez y Francisco D`Aloia. Miguel Hugo Vaca Narvaja, querellante e hijo de una de las víctimas desaparecidas, no coincide con el último pedido de los fiscales, porque entiende que D´Aloia tuvo participación en el triple crimen de los presos políticos Higinio Toranzo, Gustavo De Breuil y de su padre Miguel Hugo Vaca Narvaja.
Para este proceso de enjuiciamiento que comenzó el 2 de julio, se acumularon la causa por la muerte de 31 presos políticos alojados en la Unidad Penitenciaria San Martín (UP1) y el expediente por secuestros y torturas en contra de un civil y cinco miembros del entonces Departamento de Informaciones Policiales (D2), sindicados como `infiltrados` en las organizaciones revolucionarias en 1976.
"¿Cuándo realmente comenzó esta guerra? ¿Y cuándo realmente terminó? Me pregunto si aún hoy esta guerra, usando otros medios, haya terminado. Esta guerra usaba la fuerza contra el enemigo que intentaba modificar la forma de vida de la sociedad argentina. Además, contó con el apoyo mayoritario de la ciudadanía, que se sintió aliviada", declaró el ex presidente de facto.
"La victoria en el campo militar no pudimos lograrla en el campo político. No hay dudas de que los enemigos derrotados ayer gobiernan hoy el país, y no dudan en erigirse como los paladines de los derechos humanos que no supieron hacer honor en su época”, aseguró el dictador. Y agregó: “Desde el poder intentan establecer un régimen marxista, a la manera de Gramsci, que puede estar satisfecho de sus alumnos. La Constitución Nacional guarda luto por la República desaparecida".
Videla también embistió contra Amnesty Internacional, uno de los organismos de Derechos Humanos que denunció las violaciones del régimen: “Cuando publicó su informe sobre lo que pasaba en la Argentina, no publicaron lo que hacía el terrorismo".
“Asumiré, bajo protesta, la injusta condena que se me pueda imponer, para la concordia de nuestro país, como un servicio más", concluyó su exposición el presidente de facto que gobernó el país entre 1976 y 1981.
El dictador hizo uso de la palabra en la última audiencia en el juicio oral que se le sigue en la provincia de Córdoba. Está acusado junto a otros 29 represores por crímenes de lesa humanidad.
Esta mañana, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1, a cargo de los camaristas Jaime Díaz Gavier, Carlos Lazcano y José Pérez Villalobo abrió la penúltima audiencia para escuchar las últimas palabras de los 30 imputados en este proceso. Luego pasará a cuarto intermedio para completar ese trámite en la mañana del miércoles y cerca de las 17, dará a conocer la parte resolutiva de la sentencia.
Tanto las querellas como los fiscales Maximiliano Hairabedián y Carlos Gonella pidieron severas condenas para la mayoría de los imputados por “tormentos agravados, tormentos agravados seguidos de muerte y homicidio calificado” con distintos grados de participación y cantidad de hechos. Ellos son Videla, Menéndez, Vicente Meli, Víctor Pino Cano, Osvaldo Quiroga, Pedro Mones Ruiz, Miguel Ángel Pérez, Mauricio Poncet, Jorge González Navarro, Raúl Fierro, Marcelo Luna, Calixto Flores, Yamil Jabour, Carlos Yanicelli, Luis Lucero, Juan Molina y Miguel Ángel Gómez.
En los restantes casos, se pidió 25 años para Gustavo Alsina; 17 años para Hermes Rodríguez y Juan Húber; 16 años para Fernando Rocha y Carlos Hibar Pérez; 15 años para Gustavo Salgado y Mirta Antón 15 años; 12 años para José San Julián y 9 años para José Paredes.
La fiscalía, en tanto, solicitó la absolución de Luis Merlo, Cayetano Rocha, Luis Alberto Rodríguez y Francisco D`Aloia. Miguel Hugo Vaca Narvaja, querellante e hijo de una de las víctimas desaparecidas, no coincide con el último pedido de los fiscales, porque entiende que D´Aloia tuvo participación en el triple crimen de los presos políticos Higinio Toranzo, Gustavo De Breuil y de su padre Miguel Hugo Vaca Narvaja.
Para este proceso de enjuiciamiento que comenzó el 2 de julio, se acumularon la causa por la muerte de 31 presos políticos alojados en la Unidad Penitenciaria San Martín (UP1) y el expediente por secuestros y torturas en contra de un civil y cinco miembros del entonces Departamento de Informaciones Policiales (D2), sindicados como `infiltrados` en las organizaciones revolucionarias en 1976.
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