Un abogado de Clarín y asesor de Carrió, informante de La Embajada
Juan Félix Marteau, especialista en delitos financieros y blanqueo de capitales, fue también funcionario junto a Alberto Iribarne, hoy apoderado del PJ Federal. Defiende al multimedios en una causa por evasión de impuestos.
Juan Félix Marteau fue una de las principales fuentes de información de la embajadora estadounidense Vilma Martínez para la redacción del cable 1257 sobre el lavado de dinero en la Argentina, enviado al Departamento de Estado el 1 de diciembre de 2009. El abogado especialista en delitos financieros y blanqueo de capitales también asesoró a la diputada Elisa Carrió, y es uno de los letrados del Grupo Clarín en una causa iniciada luego de la denuncia de Hernán Arbizu, ex directivo del banco de inversiones norteamericano JP Morgan, quien hizo pública una megamaniobra de Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, José Aranda y Lucio Pagliaro, mediante la cual creaban sociedades en el exterior para realizar operaciones financieras fraudulentas y evadir impuestos. “Uno de los más destacados especialistas en la materia en Argentina” –como lo define el proyecto de ley contra lavado de divisas presentado por la legisladora de la Coalición Cívica junto a Horacio Piemonte– defiende al multimedios más grande del país en una investigación por el blanqueo de más de 300 millones de dólares.
El apellido Marteau es conocido en los pasillos oficiales. Fue representante argentino ante el Financial Action Task Force o Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI, organismo intergubernamental creado en 1989 por el G-7), cuyo propósito es el desarrollo y la promoción de políticas para combatir el lavado de dinero, que desde el 11-S cobró protagonismo en la lucha contra el financiamiento del terrorismo, mientras fue ministro de Justicia el ex kirchnerista y actual apoderado del Peronismo Federal Alberto Iribarne. En el despacho diplomático difundido el 30 de noviembre pasado por el portal WikiLeaks, se menciona que Marteau “insinuó que perdió su trabajo como represalia por haberse acercado demasiado al negocio de los casinos donde, según se dice, kirchneristas importantes tienen intereses”. Al parecer, la embajadora oyó sólo una de las versiones de la historia.
El actual titular de la Unidad de Información Financiera (UIF, un organismo dependiente del Ministerio de Justicia), José Sbatella afirmó a Tiempo Argentino que “las críticas de él serían válidas si nunca hubiera estado al mando de la coordinación del grupo durante dos años o tres”. El economista, quien durante años militó en la propuesta del Plan Fenix, agregó que “si el sistema argentino no tiene multas, los que estuvieron al mando no tienen la autoridad moral o técnica para hablar de ese sistema y de quienes están hoy trabajando”.
Cerrar el círculo. Marteau forma parte del selecto grupo de técnicos que, a fuerza de lobby, se asegura una buena calidad de vida. El circuito parece simple: generar vínculos con los organismos internacionales para luego procurarse un puesto en esos organismos, o bien un esquema de financiamiento interno a través de consultorías o auditorías privadas. Marteau lo intentó y no lo logró. El artículo 41 del proyecto de ley presentado el 5 de agosto pasado con bombos y platillos por la Coalición Cívica prevé que “las políticas de prevención establecidas por los sujetos obligados serán objeto de examen anual por un experto externo independiente que reúna idoneidad académica y con probada experiencia profesional en la materia”. Cabe prestar especial atención a este punto, ya que el “experto independiente” podría ser la consultora Marteau & Asociados, especializada en lavado de dinero. Dicho de otro modo: Carrió y compañía presentaron un proyecto de ley para prevenir el lavado de activos de origen delictivo y la financiación del terrorismo, que abriría una muy provechosa oportunidad de negocios para Marteau. Con su currículum, tendría oportunidad para ofrecer sus servicios. A cambio de honorarios bien pagos.
Conocer el paño. Hace poco más de tres meses, Juan Félix Marteau se presentó en las oficinas de la UIF como apoderado de Clarín y pidió revisar todos los expedientes que el organismo lleva adelante contra el grupo monopólico. La respuesta de los funcionarios fue que ese procedimiento no correspondía y que hasta que no se remitiesen los documentos a la justicia, no tendrían acceso a ellos.
El diario propiedad de Ernestina Herrera de Noble estaba acostumbrado a recibir información de primera mano de la UIF. Los abogados del grupo se presentaron ante la justicia por dos expedientes que se estaban tramitando en el organismo presidido por Sbatella y que aún no eran públicos. Por su parte, la UIF denunció a los empresarios que no contuvieron su ansiedad y dejaron en evidencia sus contactos. El resultado de la disputa judicial fue de empate para ambas partes: una de las investigaciones fue archivada, la otra no.
La respuesta al interrogante de cómo Clarín se enteraba antes que la justicia sobre las averiguaciones por lavado de dinero puede encontrarse en el sitio web de la consultora fundada por Marteau. Entre el staff de la firma, figura la abogada Celeste Pleé, quien es hija de Raúl Pleé, titular de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos de Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo. El fiscal también figura entre las fuentes del cable firmado por la embajadora Vilma Martínez, y es el encargado del seguimiento por parte del Estado de las causas judiciales sobre blanqueo de capitales provenientes de negocios ilegales. Pleé padre tiene acceso a las investigaciones contra el Grupo Clarín. A buen entendedor, pocas palabras.
Informe: Carlos Romero.
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