El presidente del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, dijo hoy que la aprobación del proyecto de matrimonio homosexual llega para "terminar con las limitaciones que tienen estos sectores”. Criticó la postura de la Iglesia por llevar “al extremo la discusión, como lo hizo con el divorcio”.

El presidente del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto,dijo hoy que la aprobación del proyecto del matrimonio homosexual llega para "eliminar las barreras, terminar con las limitaciones que tienen estos sectores y simboliza la igualdad”.



"La Constitución plantea que el Estado tiene la obligación de sacar todas las desigualdades que haya en el país; y en la votación de este proyecto no hay ninguna razón para que se debiliten los derechos de los heterosexuales”, enfatizó.



El senador rionegrino agregó durante el discurso de cierre del debate que "esta ley tiene una simbología ligada a la igualdad” y destacó la posición de algunos senadores radicales al señalar que "Raúl Alfonsín hubiera votado este proyecto afirmativamente”.



"No me asusta el juego de las presiones, ni las marchas, no las considero una presión, lo que sí me parece grosero y burdo fueron algunas declaraciones de la Iglesia”, completó.



Remarcó que "éste no es un proyecto originado por el Poder Ejecutivo” y que "la Presidenta ha actuado mesuradamente, ratificando lo que siempre ha dicho sobre no limitar los derechos de las minorías”.



"No es el Gobierno el que ha provocado este estado de conflicto, fue la Iglesia con sus declaraciones la que lo generó; una iglesia que tiene que hacer su propia autocrítica”, agregó.



El titular de la bancada oficialista dijo que desde su sector "nunca se puso este debate como una cuestión de todo a o nada” y precisó que "hay senadores que siempre han acompañado al Gobierno y que en la votación de este tema lo han hecho con total libertad”.



"Este bloque también tiene un cruce transversal que hace a la libertad de conciencia. Actuamos con total buena fe y hemos dado un debate en profundidad”, aseveró.



E insistió: "No hemos crispado este debate. La Iglesia fue la que llevó al extremo esta discusión, como lo hizo en su momento con el tema del divorcio”.



"Todavía hablan de que hay que tener cuidado con el demonio; no cambian, siguen sosteniendo posiciones anacrónicas y están perdiendo las batallas contra otras religiones que avanzan”, dijo Pichetto.



También señaló que "si la oposición quería hacer un dictamen de mayoría contemplando el tema de la unión civil podría haberlo conseguido porque tenía el número; hubieran hecho un buen instrumento, pero finalmente hicieron un mamarracho”.



"Ese artilugio de tratar otro proyecto totalmente diferente del de la Cámara de origen no está contemplado en la Constitución”, subrayó el senador, para completar, dirigiéndose a quienes lo promovieron que ”no pueden subestimar la inteligencia de la gente, no nos pueden vender gato por liebre”.